Cómo ha cambiado la pandemia a las agencias de comunicación

El comienzo de un nuevo año se presenta siempre como una excelente oportunidad para ejecutar, no solo los buenos propósitos que brotan con facilidad en todos los meses de enero, sino para poner en práctica lo aprendido a lo larg o de años pasados.

En CTC Comunicación echamos la vista atrás, p ara comprobar el enorme cambio, provocado por la pandemia del COVID, que hemos experimentado
en nuestra forma de trabajar durante estos dos últimos años, hasta el punto de asumir dicho cambio como firme y persistente, sin vuelta atrás.

Una constante que de hecho se ha convertido en nuestra normalidad y en la que se han instaurado unas nuevas reglas de juego gracias a las cuales hemos aprendido a comunicarnos con nuestros clientes de una manera nueva en un panorama complejo e incierto…

• ADAPTÁNDONOS A LA NUEVA MANERA DE COMUNICAR
  Los nuevos canales de comunicación, debido al distanciamiento social, ya son online, lo que nos ha exigido cambiar el modo de transmitir los mensajes y de tratar con nuestros clientes. El teletrabajo, instaurado a golpe de necesidad, ha conseguido dar respuesta de manera efectiva a las necesidades de nuestros clientes, a pesar de la incertidumbre. De manera razonable, podemos pensar que aprovechar bien este momento significa prepararse mejor para el futuro inmediato.

  
  

• SITUANDO LA CREATIVIDAD EN EL CENTRO DE NUESTRO TRABAJO, generando contenidos relevantes, distintos y mejores que el resto, capaces de calar y de ser recordados, y
  de alcanzar, al mismo tiempo, el target de nuestros clientes. Este ha sido nuestro objetivo. L a creatividad, asimismo, nos convierte en relevantes para los medios de comunicación, especialmente en un escenario novedoso que entraña una gran responsabilidad.




• ANTICIPÁNDONOS a las necesidades de nuestros clientes y a lo que está por venir. Esto contribuye, en gran medida, a minimizar los riesgos del entorno, dentro de este nuevo ecosistema comunicativo global.




• MIDIENDO Y OPTIMIZANDO a través de la revisión y el análisis continuo de nuestros planes de comunicación, conscientes de que lo que no se mide, no se puede mejorar. Si las herramientas de comunicación cambian, nosotras lo hacemos con ellas.




• VALORANDO NUESTRO EXPERTISE, como aquello capaz de
  optimizar las estrategias de comunicación de nuestros clientes, mejorando su percepción y reputación en los medios de comunicación. Si 2022 es el depositario de las capacidades que hemos desarrollado durante los dos años anteriores, cabría preguntarse si hemos salido reforzados de este trance. Y la
  respuesta es sí. Finalmente, es justo afirmar que hemos sido capaces de ser parte activa del enorme cambio de rumbo producido y que, en un momento como este, en el que debemos operar en un entorno en constante transformación, solo toca remontar, aportando valor al trabajo diario, con contenido de calidad como valor diferenciador y con la versatilidad que nos exige el contexto actual, conscientes de nuestra influencia.